sábado, 30 de junio de 2012
viernes, 8 de octubre de 2010
LO MEJOR Y LO PEOR DE NOSOTROS
El olvido en la gran urbe
Autor: LEOPOLDO PULGAR IBARRA
Víctor González. Dramaturgo y Director de DIARIO DE NARANJAS |
¿Agobia la gran urbe?
“La urbe no me agobia, me apasiona. En la ciudad vivimos a la velocidad del rayo. La ciudad concentra emociones, sucesos, hechos particulares, únicos, ocultos e impensados están ahí, esperando ser observados y rescatados. Eso es lo apasionante. La jungla de cemento, humana, competitiva, alterada, aquel laberinto que habitamos miles de miles, es jungla y ya. Nosotros somos sobrevivientes”.
Música docta versus bailable…
“Con los músicos doctos en vivo, insertos en la estación de buses que propone la obra, evocamos a quienes dejan sus huellas, almas en pena que dejan su eco en el espacio. Lo interesante es constatar si el público se va tarareando la música bailable o se lleva la sonoridad de ‘Verano’, de Las estaciones, de Vivaldi. La fusión de lo pop y lo clásico (utilizamos violín y cello) es una mirada posible de la diversidad urbana”.
¿Duele, asusta, preocupa la posibilidad del olvido?
“Se me viene a la cabeza un texto de Diario de naranjas: ‘Quiero dormirme en medio de la nada y despertar sabiéndome libre de la parte oscura de mis recuerdos. Cambiar, pero ¿cambiar qué?’. El olvido me asusta, soy una persona que olvida. Antes de enfrentar prefiero olvidar. Eso duele pero, ¿a quién no le ha dolido alguna vez?
¿El laberinto urbano tiene su correspondencia a nivel mental?
“Sí, claro. Diario de naranjas… exacerba el estado interior. Son situaciones límites a punto de explotar, o que explotaron en su interior y siguen disfrazadas y olvidadas. Pero están ahí, con su dolor y locura intactos. Son cuestiones propias del corazón”.
¿Cómo se inserta este punto de vista en la sociedad actual?
“Con obras como Diario de naranjas… Es innegable que la dramaturgia recorre los territorios del olvido, el despecho, la violencia soterrada y el abandono. Por eso nos resultó atractivo investigar en las posibilidades que distintos quiebres escénicos nos ofrecían al momento de instalar una suerte de disonancia con respecto del texto. Ese eje central nos llevó a explorar en una actuación distanciada de los lugares comunes. El quiebre de las imágenes mentales acentúa la incomunicación de la vida cotidiana. La obra transporta un punto de vista joven sobre cómo abordar temáticas del corazón, ante la vorágine de la sociedad actual”.
“La urbe no me agobia, me apasiona. En la ciudad vivimos a la velocidad del rayo. La ciudad concentra emociones, sucesos, hechos particulares, únicos, ocultos e impensados están ahí, esperando ser observados y rescatados. Eso es lo apasionante. La jungla de cemento, humana, competitiva, alterada, aquel laberinto que habitamos miles de miles, es jungla y ya. Nosotros somos sobrevivientes”.
Música docta versus bailable…
“Con los músicos doctos en vivo, insertos en la estación de buses que propone la obra, evocamos a quienes dejan sus huellas, almas en pena que dejan su eco en el espacio. Lo interesante es constatar si el público se va tarareando la música bailable o se lleva la sonoridad de ‘Verano’, de Las estaciones, de Vivaldi. La fusión de lo pop y lo clásico (utilizamos violín y cello) es una mirada posible de la diversidad urbana”.
¿Duele, asusta, preocupa la posibilidad del olvido?
“Se me viene a la cabeza un texto de Diario de naranjas: ‘Quiero dormirme en medio de la nada y despertar sabiéndome libre de la parte oscura de mis recuerdos. Cambiar, pero ¿cambiar qué?’. El olvido me asusta, soy una persona que olvida. Antes de enfrentar prefiero olvidar. Eso duele pero, ¿a quién no le ha dolido alguna vez?
¿El laberinto urbano tiene su correspondencia a nivel mental?
“Sí, claro. Diario de naranjas… exacerba el estado interior. Son situaciones límites a punto de explotar, o que explotaron en su interior y siguen disfrazadas y olvidadas. Pero están ahí, con su dolor y locura intactos. Son cuestiones propias del corazón”.
¿Cómo se inserta este punto de vista en la sociedad actual?
“Con obras como Diario de naranjas… Es innegable que la dramaturgia recorre los territorios del olvido, el despecho, la violencia soterrada y el abandono. Por eso nos resultó atractivo investigar en las posibilidades que distintos quiebres escénicos nos ofrecían al momento de instalar una suerte de disonancia con respecto del texto. Ese eje central nos llevó a explorar en una actuación distanciada de los lugares comunes. El quiebre de las imágenes mentales acentúa la incomunicación de la vida cotidiana. La obra transporta un punto de vista joven sobre cómo abordar temáticas del corazón, ante la vorágine de la sociedad actual”.
jueves, 30 de septiembre de 2010
UNA ESTACIÓN DE BUSES EN LAS CALLECITAS DE SANTIAGO, ¿CACHAY?
Una Mirada al Diseño: DIARIO DE NARANJAS
Por SEBASTIÁN PRADO
Diseñador 30 de septiembre de 2010.
Por SEBASTIÁN PRADO
Diseñador 30 de septiembre de 2010.
La lectura de guión, la observación de ensayos, consultas al equipo y por tanto, la participación total de éste en las decisiones a tomar. De aquí surge el diseño final de Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse, un mix de múltiples factores.
Primeros bocetos, Junio 2010. Sebastián Prado |
Para la creación del diseño de Diario de Naranjas, fue fundamental el trabajo “en terreno”, por decirlo de algún modo. No se trataba sólo de ajustarse al presupuesto económico para la realización escenográfica, ni tampoco a las lecturas de guión y conversaciones con el director, fue necesario el estar presente desde un comienzo y echar a volar la imaginación.
El giro estuvo en el conocer e integrar a los personajes-actores; cómo son ellos, qué imaginaban y cómo visualizaban sus roles. Desde la observación de las personas, hasta el análisis del lugar mismo de los ensayos, fueron fundamentales en la conformación de la ciudad. Aquella ciudad que recibió a las Naranjas en sus 12 funciones. Un laberinto humano donde todos nos podemos perder, un laberinto vanidoso, expuesto, exhibido a rato mental y rato físico, un laberinto del cual había que hacerse cargo y traducir desde el diseño. Lo urbano como sublime, pero a su vez, evidente. Aquella jungla de cemento de la cual somos parte y que Diario de Naranjas traía consigo.
Primeros ensayos, Junio 2010, Campus Oriente UC. |
En base a esto y a los recursos, es que se fue construyendo la escenografía, evaluando la estructura y la composición, intentando generar un total y no un área ajena al montaje. La selección de colores, texturas y materiales fueron de gran relevancia. La búsqueda constante de aquella comodidad, que tarde o temprano se transformó en incomodidad para el espectador fue el resultado de un proceso sometido a continuos cambios, incluso mientras corrían las funciones.
Diario de Naranjas, Agustín Siré,U.Chile.Septiembre 2010. |
Si bien, las callecitas de Santiago tienen ese qué se yo, hubo un intento de abstraer la ciudad no a nuestra referencia directa, sino a una más universal, a una ciudad plagada de edificios, a lo plano de la rutina, a los recovecos que existen en las metrópolis, al mismo recorrido y caminar de las personas. Al tránsito y, por tanto, al estancamiento en esta dualidad, tal como las parejas, tal como las naranjas, tal como las mandarinas que nunca serán naranjas.
miércoles, 22 de septiembre de 2010
NARANJAS EN LA WEB: SPMenlinea
Pasadizo Cultural: DIARIO DE NARANJAS
Por MARA / SPM
02 de septiembre de 2010.
Nathalia Valdés, Diario de Naranjas, Sala Agustín Siré. |
articulo extraído de: http://spmenlinea.com/2010/09/pasadizo-cultural-diario-de-naranjas/
domingo, 19 de septiembre de 2010
Comentario DIARIO DE NARANJAS en LAPOLLERA.CL
Prohibido decir adiós sin despedirse
10 Septiembre 2010 por Isabel Sierralta
Disponible en: http://www.lapollera.cl/diario-naranjas/
Julio Lobos y Javiera Tarragó, Diario de Naranjas, Septiembre 2010, sala Agustín Siré |
Esta obra, de la compañía Sintético Teatro, escrita y dirigida por Víctor González, obtuvo el primer lugar en la 10ª versión del Festival de Dirección Teatral organizado por el Magíster en Artes con mención en Dirección Teatral de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. El premio consistía, en parte, en una temporada en la sala Agustín Siré. Y ahí fui invitada.
Entre el público, muchos estudiantes de teatro. Al fondo del escenario un bastidor que simula un edificio, una ciudad. El elenco, 4 hombres y 4 mujeres vestidos a la usanza urbana: colores oscuros, chaquetas de cuero y los infaltables audífonos grandes, que ya pasan a ser una especie de ícono de la incomunicación, del aislamiento del sujeto urbano. De pronto una violinista y un cellista comienzan a tocar “Un verano naranja”, cantada por los 8 actores y actrices que componen el elenco, bailada con una coreografía naif, al estilo nueva ola. Desde aquí los actores representarán distintas escenas que tienen como hilo conductor el problema de la comunicación en los jóvenes, la dificultad de decir, el problema de los términos, de los adioses, del exceso de melodrama (en el mal sentido). El lenguaje es, como el vestuario, cotidiano, coloquial, típico de cualquier joven chileno de estos tiempos.
Además de esta especie de coro que interviene en distintos momentos, se lleva a escena un relato más lineal, protagonizado por una pareja que parecen ser desconocidos: él con un violín que no sabe usar, ella con un estuche de violín vacío. Ambos esperan en un terminal de buses su propio bus, pero sin hacer esfuerzo real alguno para subirse. Simplemente pasan el tiempo y el final de la obra nos dice que lo seguirán haciendo una y otra vez, sin decidirse a irse o a subirse. El adiós nunca se dice, siempre hay una excusa para continuar en ese estado intermedio, indefinido. Ni fu ni fa, ni esto ni lo otro.
El aspecto predominante en esta puesta en escena es lo textual. Según se aprecia en la obra misma, y según explica el director, la obra se compone a partir de fragmentos tomados de distintas fuentes, unidos por los textos del dramaturgo. Entre las fuentes utilizadas figuran 2 textos deBenedetti: el poema Qué les queda a los jóvenes y el cuento La noche de los feos, títulos que, junto al nombre del uruguayo, son mencionados explícitamente en la obra. Además se recurre a correos electrónicos privados en que se decía algo en torno al término de una relación o algo así.
A través de estos recursos, y a partir de la idea del diario como espacio personal de auto confesiones, Víctor González crea un texto en que aparecen unos personajes caracterizados nada más que por su juventud. Son un colectivo que acusa una enorme dificultad en expresar verbalmente y sin dramones los sentimientos en torno a las relaciones de pareja, la media naranja. “¿Decepción se llama esa wea?”-pregunta una perturbada mujer. “Que piden disculpas por la forma de decir las cosas, que parecen no saber qué hacer ¿Qué les queda a los jóvenes, Mario?”
La perspectiva deja con un gustito un poco amargo, no hay naranjas, aunque se cree en ellas, hay puras mandarinas. Se opta por la inmovilidad y vaya que parece difícil decir con las palabras adecuadas. En fin, hay muchas cosas que descifrar en el texto. Comente usted qué fue lo que descubrió.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Entrevista Víctor González / DIARIO DE NARANJAS / Soloteatro.cl
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jueves, 26 de agosto de 2010
OBRA GANADORA FESTIVAL DE DIRECCIÓN TEATRAL U. DE CHILE
NARANJAS, MANDARINAS Y DESPEDIDAS
Como parte de la temporada de ganadores de la versión n°10 del festival de dirección teatral organizado por el Programa de Magister en Artes de la Universidad de Chile, la compañía Sintético Teatro estrenará este jueves 26 de agosto en la sala Agustín Siré “Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse”, bajo la dirección de Víctor González.
Mientras encuentro mi media naranja… voy por la vida comiendo mandarinas, así parte Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse, montaje con el que la compañía emergente Sintético Teatro se adjudicó el premio Eugenio Guzmán a la mejor dirección en el 10° festival de dirección teatral de la Universidad de Chile. Con un lenguaje poético y urbano esta obra pretende dejar en evidencia el debate en torno a la incomunicación, al olvido y a la despersonalización de las relaciones humanas.
Con 10 actores en escena, estudiantes y egresados de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica y bajo la dirección de Víctor González, actor de la misma casa de estudios, la obra explora los territorios de la metáfora y las visualidades que ofrece el pop planteando el problema de las relaciones humanas en una ciudad en donde no hay cabida para tales cuestionamientos. Según las palabras del propio director: A la hora de abordar el texto es innegable que la dramaturgia recorre los territorios del olvido, el despecho, la violencia soterrada y el abandono enmarcados en la vorágine citadina y presentados al público de manera lúdica pero a la vez incisiva.
La obra transcurre en una estación de buses. En este espacio los distintos personajes divagan, recuerdan y defienden sus distintas visiones sobre el amor de pareja. Cantos, bailes y coros componen este montaje que comenzará una temporada de tres semanas desde este jueves 26 de agosto a las 21.00 en la sala Agustín Siré de la Universidad de Chile. Diario de Naranjas extenderá sus funciones hasta el 10 de septiembre de jueves a sábado en el mismo horario.
Por Gabriel Contreras
viernes, 20 de agosto de 2010
Con un emocionante homenaje al gran Jaime Silva y la entrega de los premios a los ganadores, culminó la 10º versión del Festival de Dirección Teatral.
Diario de Naranjas, uno de los premios a la mejor dirección |
El homenaje se realizó en la Sala Agustín Siré, que se hizo estrecha por la enorme cantidad de público desbordante de alegría y emoción. Evento que fuera dedicado al dramaturgo, director y maestro chileno, Jaime Silva, organizado por el Magíster en Dirección Teatral de la Universidad de Chile, con el apoyo del Consejo Regional de la Cultura y las Artes y Lastarria 90.
La ceremonia de homenaje y premiación contó con la participación del grupo musical de Carlos Huaico, “Fundimiento Esencial”, las canciones de Bertolt Brecht en la interpretación de la cantante y actriz, porteña, Marta Contreras, el Testimonio de José Pineda, quien fuera compañero y actor de algunas de las obras más importantes del homenajeado. La carta enviada por el propio, Jaime Silva, quien se encuentra en un delicado estado de salud, provocó un momento de gran emoción para los asistentes, culminando con la entrega a la familia, de manos del Director del Festival Abel Carrizo-Muñoz, del diploma oficial de reconocimiento a su vasta y destacada trayectoria artística y profesional.
Los Directores destacados por el jurado fueron los siguientes:
Felipe Rubio, Juan Pablo Rosales, Víctor González Martínez, Josefina Dagorret, Claudia Valenzuela, Franko Ruiz, Santiago Tobar, Iván Insunza, Alejandra Marín, Ricardo Hernández, los que les permitió obtener Beca para cursar Magíster en Dirección Teatral de la U. de Chile.
Mención especial merece la entrega del Premio ATEVA (Asociación Teatral de Valparaíso) que se le otorgó a la Compañía Teatro Virgen, con su obra “Pato Yáñez o el Gesto Nacional”, del Director Fernando Mena.
La principal distinción del certamen, el Premio “Eugenio Guzmán”, a los mejores espectáculos merecedoras de temporadas de extensión en las salas de la U. de Chile y Lastarria 90, fueron:
“DIARIO DE NARANJAS: PROHIBIDO DECIR ADIOS SIN DESPEDIRSE”, de Víctor González.
“SIAMESES”, de Felipe Rubio.
“YES WE CAN CAN”, de Juan Pablo Rosales
“El OTRO BAÑO”, de Josefina Dagorret.
“LA MANO”, de Claudia Valenzuela.
domingo, 8 de agosto de 2010
DIARIO DE NARANJAS EN LA 10ª VERSIÓN DEL FESTIVAL DE DIRECCIÓN TEATRAL DEDICADA A JAIME SILVA EN LASTARRIA 90
Alfredo Perez y Nathalia Valdés, Diario de Naranjas, Lastarria 90 |
Con la obra Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse, de Víctor González Martínez, Sintético-Teatro se convirtió en uno de los 20 montajes seleccionados para participar de la 10ª versión del Festival de Dirección Teatral organizado por el Magister en Artes con mención en Dirección Teatral de la Universidad de Chile y el centro cultural Lastarria 90.
En esta oportunidad el festival homenajea al director y dramaturgo nacional Jaime Silva y entre los montajes seleccionados se encuentran “Las Putas” del director Rodolfo Armijo, ganadora del Festival de Dramaturgia y Puesta en Escena Víctor Jara, de la Universidad de Chile y “La Ana no puede llorar” bajo la dirección de Mabel Guzmán con la participación especial de Rosa Ramírez (El gran Circo Teatro).
Con un lenguaje poético y urbano, “Diario de Naranjas” pretende dejar en evidencia el debate en torno a la incomunicación, al olvido y a la despersonalización de las relaciones humanas.
"En una estación de buses aparentemente vacía, una joven pareja de desconocidos se encuentran. Ambos quieren viajar y no pueden. Ambos esperan la llegada de su media naranja. Las horas pasan. Las naranjas también. Lo que ellos desconocen es que las naranjas ya no suelen despedirse; se marchan sin avisar.
Una violinista sin violín. Un violín sin violinista. Una naranja que es mandarina y una mandarina que nunca será naranja, pero que importa, son solo un par de locos que juegan a ser desconocidos para constantemente volver a enamorarse.
¿Y se enamoran? Al principio si, ahora ya no. El único detalle es que olvidaron decirlo."
________________________________________________________________
ACTORES:
Nathalia Valdés Vergara
Alfredo Pérez Guzmán
Pedro Videla Hermannsen
Soledad Figueroa Rodríguez
Nicole González Agüero
Javiera Tarragó Diez
Nicolás Gallego González
Juilio Lobos Silva
MÚSICOS
Alonso Urrutia del Río (Cello)
Inés Vega Villarroel (Violín)
PRODUCCIÓN
Nicolás Gallego González
DISEÑO
Sebastián Prado González
DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN
Víctor González Martínez
Lugar : LASTARRIA 90
Funciones : MARTES 03 DE AGOSTO 20:00 Y 22:00 HRS.
VALOR : $ 2.000.-
Lugar : LASTARRIA 90
Funciones : MARTES 03 DE AGOSTO 20:00 Y 22:00 HRS.
VALOR : $ 2.000.-
martes, 2 de febrero de 2010
CON MÁS DE 500 ASISTENTES, concluyeron las primeras funciones de SHATTERED BIRDS
Con la presencia de Monserrat Valenzuela, coordinadora de Vicerrectoría Académica UC, Eduardo Vásquez, General Management del Instituto Chileno Británico de Cultura y más de 500 estudiantes provenientes de distintas carreras de la UC, SINTÉTICO-TEATRO estreno en el Aula Magna del Campus San Joaquín el pasado martes 26 de enero, la versión en inglés del texto “Pájaros Quebrados” de Víctor González; “SHATTERED BIRDS: a story made of pancakes, doves and Sunday suitcases”.
El Requisito de Inglés es la obligación que tienen los estudiantes de pregrado de la UC de acreditar su manejo funcional del idioma inglés. Desde el año 2004 el Instituto Chileno Británico de Cultura provee a la UC de un programa de inglés para que sus alumnos alcancen este objetivo. A contar del 2006, dicho programa incluye la realización de temporadas de inglés durante el mes de enero de cada año, con el objetivo de que los alumnos puedan cumplir con el requisito de inglés, cuya aprobación es necesaria para egresar de cualquiera de las carreras de pregrado de la Universidad.
El Summer Camp contempla, entre otras actividades, conferencias, cine arte, foros, conciertos y teatro, todo ello en inglés. En su última versión (enero 2010), la obra de teatro vista por los más de 500 alumnos inscritos en el programa de verano, fue “SHATTERED BIRDS” de la compañía “Sintético-Teatro”, compañía que nace a mediados de 2007 con la unión de tres jóvenes estudiantes de la Universidad Católica de Chile, provenientes de la carrera de Actuación, en torno a su primer montaje “30 segundos”, estrenado en la 4º versión del festival de creación artístico-teatral “Teatro para respirar UC”, Organizado por la Escuela de Teatro y la Dirección General Estudiantil (DGE) de la UC, a través de su unidad de apoyo psicológico (UPA) y su programa de “auto-cuidado para la prevención de abuso de drogas y alcohol, en octubre del 2007.
A mediados del 2009, uno de los integrantes de la compañía, postuló su texto dramático “Pájaros Quebrados” a la 3º versión del “Festival de Dramaturgia y Dirección; Volcán 2009”, organizado por la Escuela de Teatro UC, a través de su centro de estudiantes (CETRO), quedando el texto y la puesta en escena, seleccionados entre los tres mejores del festival. Es así como crece el equipo de trabajo, integrándose estudiantes no solo de actuación, sino también de arte y música. Con este incentivo, surge la idea de traducir el texto al inglés, aprovechando la autoría del texto y el dominio de idioma por parte de integrantes de la compañía. Nace así a fines de 2009 “SHATTERED BIRDS: a story made of Pancakes, Doves and Sunday Suitcases”.
Estos jóvenes artistas, dan vida a un trabajo investigativo multidisciplinario, en torno a la simplicidad de una narración intima, buscando la identificación con el público desde lo particular.
Por V. González
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