viernes, 8 de octubre de 2010

LO MEJOR Y LO PEOR DE NOSOTROS

El olvido en la gran urbe

Autor: LEOPOLDO PULGAR IBARRA

Víctor González. Dramaturgo y Director de DIARIO DE NARANJAS
Con Diario de naranjas: prohibido decir adiós sin despedirse, Víctor González fue otro ganador, en el certamen que organiza el Magíster en Dirección Teatral de la Universidad de Chile.

¿Agobia la gran urbe?
“La urbe no me agobia, me apasiona. En la ciudad vivimos a la velocidad del rayo. La ciudad concentra emociones, sucesos, hechos particulares, únicos, ocultos e impensados están ahí, esperando ser observados y rescatados. Eso es lo apasionante. La jungla de cemento, humana, competitiva, alterada, aquel laberinto que habitamos miles de miles, es jungla y ya. Nosotros somos sobrevivientes”. 

Música docta versus bailable…
“Con los músicos doctos en vivo, insertos en la estación de buses que propone la obra, evocamos a quienes dejan sus huellas, almas en pena que dejan su eco en el espacio. Lo interesante es constatar si el público se va tarareando la música bailable o se lleva la sonoridad de ‘Verano’
de Las estaciones, de Vivaldi. La fusión de lo pop y lo clásico (utilizamos violín y cello) es una mirada posible de la diversidad urbana”.
¿Duele, asusta, preocupa la posibilidad del olvido?
“Se me viene a la cabeza un texto de 
Diario de naranjas‘Quiero dormirme en medio de la nada y despertar sabiéndome libre de la parte oscura de mis recuerdos. Cambiar, pero ¿cambiar qué?’. El olvido me asusta, soy una persona que olvida. Antes de enfrentar prefiero olvidar. Eso duele pero, ¿a quién no le ha dolido alguna vez? 
¿El laberinto urbano tiene su correspondencia a nivel mental? 
“Sí, claro
. Diario de naranjas… exacerba el estado interior. Son situaciones límites a punto de explotar, o que explotaron en su interior y siguen disfrazadas y olvidadas. Pero están ahí, con su dolor y locura intactos. Son cuestiones propias del corazón”.
¿Cómo se inserta este punto de vista en la sociedad actual?
“Con obras como 
Diario de naranjas… Es innegable que la dramaturgia recorre los territorios del olvido, el despecho, la violencia soterrada y el abandono. Por eso nos resultó atractivo investigar en las posibilidades que distintos quiebres escénicos nos ofrecían al momento de instalar una suerte de disonancia con respecto del texto. Ese eje central nos llevó a explorar en una actuación distanciada de los lugares comunes. El quiebre de las imágenes mentales acentúa la incomunicación de la vida cotidiana.  La obra transporta un punto de vista joven sobre cómo abordar temáticas del corazón, ante la vorágine de la sociedad actual”.

(Publicado en Punto Final, año 45, edición Nº 718, 16 de septiembre, 2010)
http://www.puntofinal.cl 



jueves, 30 de septiembre de 2010

UNA ESTACIÓN DE BUSES EN LAS CALLECITAS DE SANTIAGO, ¿CACHAY?

Una Mirada al Diseño: DIARIO DE NARANJAS
Por SEBASTIÁN PRADO

Diseñador 30 de septiembre de 2010.

La lectura de guión, la observación de ensayos, consultas al equipo y por tanto, la participación total de éste en las decisiones a tomar. De aquí surge el diseño final de Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse, un mix de múltiples factores.
Primeros bocetos, Junio 2010. Sebastián Prado
Para la creación del diseño de Diario de Naranjas, fue fundamental el trabajo “en terreno”, por decirlo de algún modo. No se trataba sólo de ajustarse al presupuesto económico para la realización escenográfica, ni tampoco a las lecturas de guión y conversaciones con el director, fue necesario el estar presente desde un comienzo y echar a volar la imaginación.  
El giro estuvo en el conocer e integrar a los personajes-actores; cómo son ellos, qué imaginaban y cómo visualizaban sus roles. Desde la observación de las personas, hasta el análisis del lugar mismo de los ensayos,  fueron fundamentales en la conformación de la ciudad. Aquella ciudad que recibió a las Naranjas en sus 12 funciones. Un laberinto humano donde todos nos podemos perder, un laberinto vanidoso, expuesto, exhibido a rato mental y rato físico, un laberinto del cual había que hacerse cargo y traducir desde el diseño. Lo urbano como sublime, pero a su vez, evidente. Aquella jungla de cemento de la cual somos parte y que Diario de Naranjas traía consigo.
Primeros ensayos, Junio 2010, Campus Oriente UC
En base a esto y a los recursos, es que se fue construyendo la escenografía, evaluando la estructura y la composición, intentando generar un total y no un área ajena al montaje.  La selección de colores, texturas y materiales fueron de gran relevancia. La búsqueda constante de aquella comodidad, que tarde o temprano se transformó en incomodidad para el espectador fue el resultado de un proceso sometido a continuos cambios, incluso mientras corrían las funciones.
Diario de Naranjas, Agustín Siré,U.Chile.Septiembre 2010.
Si bien, las callecitas de Santiago tienen ese qué se yo, hubo un intento de abstraer la ciudad no a nuestra referencia directa, sino a una más universal, a una ciudad plagada de edificios, a lo plano de la rutina, a los recovecos que existen en las metrópolis, al mismo recorrido y caminar de las personas.  Al tránsito y, por tanto, al estancamiento en esta dualidad, tal como las parejas, tal como las naranjas, tal como las mandarinas que nunca serán naranjas.



miércoles, 22 de septiembre de 2010

NARANJAS EN LA WEB: SPMenlinea

Pasadizo Cultural: DIARIO DE NARANJAS
Por MARA / SPM
02 de septiembre de 2010.

Nathalia Valdés, Diario de Naranjas, Sala Agustín Siré.
Me patearon y yo no me di ni cuenta. Entre tantas idas al teatro, tanta obra y actorcillo y actriz y dramaturgo indie-fashion-estupendoso, perdí a mi media naranja, sin darme ni cuenta. Y yo jurando que las cosas iban picho caluga, como dice mi madre, cuando no pos, las cosas no iban porque simplemente no existía. Pero que una se venga a dar cuenta que la patearon un mes después es una falta de respeto, ¿o no? Hombres maracos. No te pueden decir las cosas de una. Piensan que una es de cristal por ser rubia; les falta que les crezcan las pelotas no más. Y eso dicho y desahogado, tras un pisco sour bien cabezón con mi amiga Antonia, aún con la cabeza caliente, me fui al teatro, a ver la segunda obra de Víctor González y lo que vendría siendo el tercer montaje de la Compañía Sintético Teatro, ganadora de la 10ª versión del Festival de Dirección Teatral de la Universidad de Chile. Craso error. “Diario de naranjas: prohibido decir adiós sin despedirse” es un dramón urbano popero que tocaba justo esa médula que no necesitaba ver. Y quizás por eso, justo por eso, en vez de cargarme me encantó. Porque estaba más amargada que la Raquel Argandoña cuandoel 13 no le renovó su contrato, y esto, al menos, me hizo pensar que no le pasa una persona no más. No, hombres y mujeres pueden ser desgraciados y terminar una relación sin terminarla. Porque ahí estaba, yo y mi ex, representados en escena a través de una pareja de desconocidos, en una estación de buses sin nadie, dos desconocidos que pueden como no pueden ser conocidos, desconocidos, enamorados o meras medias naranjas solitarias. Incomunicación, olvido, soledad y despersonalización en las relaciones humanas, todo como para hacerte llorar a moco tendido si andas sensible, pero como soy rauda y dura como la Celine Reymond en “Primera dama”, me dediqué a aplaudir con fuerza, a ser feliz con mi renovada soltería, y decir chao no más con las naranjas, porque de ahora en adelante definitivamente está prohibido decir adiós sin despedirse.


articulo extraído de: http://spmenlinea.com/2010/09/pasadizo-cultural-diario-de-naranjas/

domingo, 19 de septiembre de 2010

Comentario DIARIO DE NARANJAS en LAPOLLERA.CL

Prohibido decir adiós sin despedirse

10 Septiembre 2010 por Isabel Sierralta 

Julio Lobos y Javiera Tarragó, Diario de Naranjas, Septiembre 2010, sala Agustín Siré

Esta obra, de la compañía Sintético Teatro, escrita y dirigida por Víctor González, obtuvo el primer lugar en la 10ª versión del Festival de Dirección Teatral organizado por el Magíster en Artes con mención en Dirección Teatral de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. El premio consistía, en parte, en una temporada en la sala Agustín Siré. Y ahí fui invitada.
Entre el público, muchos estudiantes de teatro. Al fondo del escenario un bastidor que simula un edificio, una ciudad. El elenco, 4 hombres y 4 mujeres vestidos a la usanza urbana: colores oscuros, chaquetas de cuero y los infaltables audífonos grandes, que ya pasan a ser una especie de ícono de la incomunicación, del aislamiento del sujeto urbano. De pronto una violinista y un cellista comienzan a tocar “Un verano naranja”, cantada por los 8 actores y actrices que componen el elenco, bailada con una coreografía naif, al estilo nueva ola. Desde aquí los actores representarán distintas escenas que tienen como hilo conductor el problema de la comunicación en los jóvenes, la dificultad de decir, el problema de los términos, de los adioses, del exceso de melodrama (en el mal sentido). El lenguaje es, como el vestuario, cotidiano, coloquial, típico de cualquier joven chileno de estos tiempos.
Además de esta especie de coro que interviene en distintos momentos, se lleva a escena un relato más lineal, protagonizado por una pareja que parecen ser desconocidos: él con un violín que no sabe usar, ella con un estuche de violín vacío. Ambos esperan en un terminal de buses su propio bus, pero sin hacer esfuerzo real alguno para subirse. Simplemente pasan el tiempo y el final de la obra nos dice que lo seguirán haciendo una y otra vez, sin decidirse a irse o a subirse. El adiós nunca se dice, siempre hay una excusa para continuar en ese estado intermedio, indefinido. Ni fu ni fa, ni esto ni lo otro.
El aspecto predominante en esta puesta en escena es lo textual. Según se aprecia en la obra misma, y según explica el director, la obra se compone a partir de fragmentos tomados de distintas fuentes, unidos por los textos del dramaturgo. Entre las fuentes utilizadas figuran 2 textos deBenedetti: el poema Qué les queda a los jóvenes y el cuento La noche de los feos, títulos que, junto al nombre del uruguayo, son mencionados explícitamente en la obra. Además se recurre a correos electrónicos privados en que se decía algo en torno al término de una relación o algo así.
A través de estos recursos, y a partir de la idea del diario como espacio personal de auto confesiones, Víctor González crea un texto en que aparecen unos personajes caracterizados nada más que por su juventud. Son un colectivo que acusa una enorme dificultad en expresar verbalmente y sin dramones los sentimientos en torno a las relaciones de pareja, la media naranja. “¿Decepción se llama esa wea?”-pregunta una perturbada mujer. “Que piden disculpas por la forma de decir las cosas, que parecen no saber qué hacer ¿Qué les queda a los jóvenes, Mario?”
La perspectiva deja con un gustito un poco amargo, no hay naranjas, aunque se cree en ellas, hay puras mandarinas. Se opta por la inmovilidad y vaya que parece difícil decir con las palabras adecuadas. En fin, hay muchas cosas que descifrar en el texto. Comente usted qué fue lo que descubrió.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Entrevista Víctor González / DIARIO DE NARANJAS / Soloteatro.cl

02 de Septiembre 2010
Víctor González
Premio mejor dirección del Festival de Dirección Teatral

Disponible en : http://www.soloteatro.cl/carteleraEntrevistaListado.php
Junto a su Compañía Sintético Teatro, este director, dramaturgo y actor nos trae "Diario de naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse", una obra pop, urbana, basada en la metáfora y con una pincelada de canto y baile.

Por Tania Araya
Víctor González, Director y Dramaturgo 
Naranjas y soledad. O algo en ese estilo. Víctor González tiene 27 años y con su segunda obra, escrita y dirigida por él, ganó el premio de Mejor Dirección del 10º Festival de Dirección Teatral, organizado por la Universidad de Chile. Esto no sólo le significó una temporada a "Diario de Naranjas" en la Sala Agustín Siré, sino una beca para el Magíster en Artes con mención en Dirección Teatral de dicha Universidad.
González egresó el año pasado de Actuación en la Universidad Católica y está terminando la práctica de Pedagogía. Su primera obra fue "Pájaros quebrados", la que montó en español y luego en inglés. Hoy, además de las funciones y de hacer clases en un colegio y en la universidad, reescribe "Las sirvientas", de Jean Genet.
"Diario de Naranjas" habla de la despedida y de las relaciones de pareja, "de cómo a veces uno da por terminada la relación y olvida decirle a la otra persona, entonces la relación puede seguir por años, pero se acabó hace rato. Y eso es lo interesante de Las naranjas", dice Víctor. Es una obra pop, juvenil, que tiene relación con lo urbano, lo plástico y está más centrada en el texto que en la acción.
¿Qué significa para ti obtener esta beca de magíster?
No era algo que tenía previsto. No pensaba hacer un magíster en arte, pero me parece interesante, sobre todo porque está vinculado con la dirección teatral. Cuando nos mencionaron como uno de los ganadores, entonces me dije 'es la oportunidad quizás', las cosas pasan por algo. Como equipo aspirábamos al tema de la temporada, que era parte del premio. Pensar en el magíster era un tema individual, porque no lo podría compartir con los chicos. Lo bueno de haber ganado es que te abre puertas, puedes postular proyectos a otras salas de teatro y tener más posibilidades de que te dejen. Ahora ya no somos 'NN', somos una compañía que ganó un galardón en un festival, que es uno de los festivales más importantes a nivel de dirección.
¿Cuáles eran tus proyectos antes de ganar y qué cambió ahora con el premio?
El magíster lo voy a usar. El tema de la docencia me interesa mucho, ya sea en teatro u otro ámbito educacional, sobre todo lo que tiene que ver con el tema vocal, y este magíster me va a ayudar mucho en eso. Mi futuro lo visionaba haciendo clases en un colegio, en la universidad, haciendo mi práctica de pedagogía, y ensayando en la tarde Las Naranjas, y con un festival se me rearmó la vida por los próximos dos años. Eso es lo divertido. Que tenía mi vida en una sala de clases todas las mañanas hasta diciembre y en marzo entraba a trabajar como profe en un colegio. Pero la beca es vespertina, entonces voy a poder hacer mis cosas en el día.
¿Dirigir o actuar? ¿O las dos juntas?
Las voy a llevar en paralelo. Necesito darme una vuelta actoral súper grande para sentirme un buen director. Por otro lado, la autodirección es compleja. En este minuto, recién saliendo de la escuela, no estoy capacitado para autodirigirme. O dirijo o actúo, además de escribir. Quiero actuar siempre, quiero morirme actuando. Además, la universidad te da otras herramientas que tienen que ver con la dramaturgia. Yo nunca pensé que podría escribir, pero cuando empecé a explorar, me di cuenta que tenía alguna habilidad pequeña y me lancé a escribir. Postulé a unos festivales y tenía la posibilidad de dirigir mi propio texto, bacán. Me gustó mucho dirigir, me gusta escribir y por sobre todo actuar.
¿De dónde surge la idea de "Diario de naranjas"?
El texto lo escribí  este verano, eran pequeños bocetos que tenía. Las naranjas son cartas. Cartas que uno guarda cuando tienes 15 y te carteas con niñas, son una recopilación de algunas que tenía guardadas yo -que escribí y que me respondieron- también que le encontré a mi hermana y en Internet. Este verano, por un tema personal, un quiebre amoroso, estaba más sensible y más permeable a este tipo de temática. Empecé a leerlas, a ordenarlas, qué historias podía sacar de ellas y se fueron armando las naranjas. Tiene mucho de biografía personal, yo creo que si ex parejas fueran a ver la obra, les daría una vergüenza terrible escuchar sus palabras puestas en escena.
En la obra se menciona varias veces a Mario Benedetti ¿Cuál es su incidencia en ti y en la obra?
Como dramaturgo me gusta Benedetti. Amo "La noche de los feos", en un momento de la vida se me cruzó este cuento y me quedó como una espina ahí clavada. En algún minuto, sea escribiendo o actuando, iba a tomarla. Encontré que "La noche de los feos" tenía un paralelo con esta pareja que está en la estación de buses. Ellos tratan de enamorarse y fuerzan su relación, pero finalmente se dan cuenta que en verdad no funciona. También hay un poema de Benedetti presente en "¿Qué le queda a los jóvenes?" que tiene que ver con la visión más utópica y político-social del autor.
"Diario de Naranjas" es muy dinámica, tiene mucho texto y personajes, pero es de corta duración ¿No crees que daba para más?
Sí, pero lo que me gusta de eso es que la obra tiene un timing súper rápido, tú te sientas y no puedes parar, no hay cabida ni a mirar los focos. A veces uno va a ver obras y hay momentos en que guatea. Bombardear al público con imágenes, sonido, baile, sensación y emoción, es una propuesta de dirección.
¿Y no te arriesgas a perder un poco de profundización en la escena con ese timing?
Hay un trabajo de repetición constante, a nivel de texto y de parejas, o sea la misma situación de pareja se repite en otras escenas, pero en un lugar y con actores distintos. Es como agarrar al público, suspenderlo y se acaba. Las conclusiones las sacas tú; ándate pensando a tu casa entre si eres una naranja o una mandarina. El timing también tiene que ver mucho con la ciudad, lo urbano, con esas calles de Santiago que tienen ese no sé qué, ese qué sé yo, que tiene que ver con la velocidad a la que nos movemos nosotros. Gente que corre, nadie se mira, nadie se conoce.
¿Víctor González tiene ya un estilo definido?
No lo sé, pero si le preguntas a un profesor o un amigo que ha leído algún texto, hay un dejo de melancolía que me han indicado siempre, de extrañar algo que ya pasó. Desde la dirección, siempre me gustaría que hubiera canto y baile. Creo que el canto alegra la vida

jueves, 26 de agosto de 2010

OBRA GANADORA FESTIVAL DE DIRECCIÓN TEATRAL U. DE CHILE

NARANJAS, MANDARINAS Y DESPEDIDAS
Como parte de la temporada de ganadores de la versión n°10 del festival de dirección teatral organizado por el Programa de Magister en Artes de la Universidad de Chile, la compañía Sintético Teatro estrenará este jueves 26 de agosto en la sala Agustín Siré “Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse”, bajo la dirección de Víctor González.

        Mientras encuentro mi media naranja… voy por la vida comiendo mandarinas, así parte Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse, montaje con el que la compañía emergente Sintético Teatro se adjudicó el premio Eugenio Guzmán a la mejor dirección en el 10° festival de dirección teatral de la Universidad de Chile. Con un lenguaje poético y urbano esta obra pretende dejar en evidencia el debate en torno a la incomunicación, al olvido y a la despersonalización de las relaciones humanas.

         Con 10 actores en escena, estudiantes y egresados de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica y bajo la dirección de Víctor González, actor de la misma casa de estudios, la obra explora los territorios de la metáfora y las visualidades que ofrece el pop planteando el problema de las relaciones humanas en una ciudad en donde no hay cabida para tales cuestionamientos. Según las palabras del propio director: A la hora de abordar el texto es innegable que la dramaturgia recorre los territorios del olvido, el despecho, la violencia soterrada y el abandono enmarcados en la vorágine citadina y presentados al público de manera lúdica pero a la vez incisiva.

        La obra transcurre en una estación de buses. En este espacio los distintos personajes divagan, recuerdan y defienden sus distintas visiones sobre el amor de pareja. Cantos, bailes y coros componen este montaje que comenzará una temporada de tres semanas desde este jueves 26 de agosto a las 21.00 en la sala Agustín Siré de la Universidad de Chile. Diario de Naranjas extenderá sus funciones hasta el 10 de septiembre de jueves a sábado en el mismo horario.

Por Gabriel Contreras

viernes, 20 de agosto de 2010

Con un emocionante homenaje al gran Jaime Silva y la entrega de los premios a los ganadores, culminó la 10º versión del Festival de Dirección Teatral.

Diario de Naranjas, uno de los premios a la mejor dirección
El homenaje se realizó en la Sala Agustín Siré, que se hizo estrecha por la enorme cantidad de público desbordante de alegría y emoción. Evento que fuera dedicado al dramaturgo, director y maestro chileno, Jaime Silva, organizado por el Magíster en Dirección Teatral de la Universidad de Chile, con el apoyo del Consejo Regional de la Cultura y las Artes y Lastarria 90.

La ceremonia de homenaje y premiación contó con la participación del grupo musical de Carlos Huaico, “Fundimiento Esencial”, las canciones de Bertolt Brecht en la interpretación de la cantante y actriz, porteña, Marta Contreras, el Testimonio de José Pineda, quien fuera compañero y actor de algunas de las obras más importantes del homenajeado. La carta enviada por el propio, Jaime Silva, quien se encuentra en un delicado estado de salud, provocó un momento de gran emoción para los asistentes, culminando con la entrega a la familia, de manos del Director del Festival Abel Carrizo-Muñoz, del diploma oficial de reconocimiento a su vasta y destacada trayectoria artística y profesional.

Los Directores destacados por el jurado fueron los siguientes:
Felipe Rubio, Juan Pablo Rosales, Víctor González Martínez, Josefina Dagorret, Claudia Valenzuela, Franko Ruiz, Santiago Tobar, Iván Insunza, Alejandra Marín, Ricardo Hernández, los que les permitió obtener Beca para cursar Magíster en Dirección Teatral de la U. de Chile.

Mención especial merece la entrega del Premio ATEVA (Asociación Teatral de Valparaíso) que se le otorgó a la Compañía Teatro Virgen, con su obra “Pato Yáñez o el Gesto Nacional”, del Director Fernando Mena.

La principal distinción del certamen, el Premio “Eugenio Guzmán”, a los mejores espectáculos merecedoras de temporadas de extensión en las salas de la U. de Chile y Lastarria 90, fueron:


“DIARIO DE NARANJAS: PROHIBIDO DECIR ADIOS SIN DESPEDIRSE”, de Víctor González.

“SIAMESES”, de Felipe Rubio.

“YES WE CAN CAN”, de Juan Pablo Rosales

“El OTRO BAÑO”, de Josefina Dagorret.

“LA MANO”, de Claudia Valenzuela.



domingo, 8 de agosto de 2010

DIARIO DE NARANJAS EN LA 10ª VERSIÓN DEL FESTIVAL DE DIRECCIÓN TEATRAL DEDICADA A JAIME SILVA EN LASTARRIA 90

Alfredo Perez y Nathalia Valdés, Diario de Naranjas, Lastarria 90

Con la obra Diario de Naranjas: Prohibido decir adiós sin despedirse, de Víctor González Martínez, Sintético-Teatro se convirtió en uno de los 20 montajes seleccionados para participar de la 10ª versión del Festival de Dirección Teatral organizado por el Magister en Artes con mención en Dirección Teatral de la Universidad de Chile y el centro cultural Lastarria 90. 

En esta oportunidad el festival homenajea al director y dramaturgo nacional Jaime Silva y entre los montajes seleccionados se encuentran “Las Putas” del director Rodolfo Armijo, ganadora del Festival de Dramaturgia y Puesta en Escena Víctor Jara,  de la Universidad de Chile y “La Ana no puede llorar” bajo la dirección de Mabel Guzmán con la participación especial de Rosa Ramírez (El gran Circo Teatro).

Con un lenguaje poético y urbano, “Diario de Naranjas” pretende dejar en evidencia el debate en torno a la incomunicación, al olvido y a la despersonalización de las relaciones humanas.

"En una estación de buses aparentemente vacía, una joven pareja de desconocidos se encuentran. Ambos quieren viajar y no pueden. Ambos esperan la llegada de su media naranja. Las horas pasan. Las naranjas también. Lo que ellos desconocen es que las naranjas ya no suelen despedirse; se marchan sin avisar. 
Una violinista sin violín. Un violín sin violinista. Una naranja que es mandarina y una mandarina que nunca será naranja, pero que importa, son solo un par de locos que juegan a ser desconocidos para constantemente volver a enamorarse. 
¿Y se enamoran? Al principio si, ahora ya no. El único detalle es que olvidaron decirlo."
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ACTORES:
Nathalia Valdés Vergara
Alfredo Pérez Guzmán
Pedro Videla Hermannsen
Soledad Figueroa Rodríguez 
Nicole González Agüero
Javiera Tarragó Diez
Nicolás Gallego González
Juilio Lobos Silva

MÚSICOS
Alonso Urrutia del Río (Cello)
Inés Vega Villarroel (Violín)


PRODUCCIÓN
Nicolás Gallego González

DISEÑO
Sebastián Prado González


DRAMATURGIA Y DIRECCIÓN
Víctor González Martínez

Lugar : LASTARRIA 90
Funciones : MARTES 03 DE AGOSTO 20:00 Y 22:00 HRS.
VALOR : $ 2.000.-

martes, 2 de febrero de 2010

CON MÁS DE 500 ASISTENTES, concluyeron las primeras funciones de SHATTERED BIRDS

Con la presencia de Monserrat Valenzuela, coordinadora de Vicerrectoría Académica UC, Eduardo Vásquez, General Management del Instituto Chileno Británico de Cultura y más de 500 estudiantes provenientes de distintas carreras de la UC, SINTÉTICO-TEATRO estreno en el Aula Magna del Campus San Joaquín el pasado martes 26 de enero, la versión en inglés del texto “Pájaros Quebrados” de Víctor González; “SHATTERED BIRDS: a story made of pancakes, doves and Sunday suitcases”.
El Requisito de Inglés es la obligación que tienen los estudiantes de pregrado de la UC de acreditar su manejo funcional del idioma inglés. Desde el año 2004 el Instituto Chileno Británico de Cultura provee a la UC de un programa de inglés para que sus  alumnos alcancen este objetivo. A contar del 2006, dicho programa incluye la realización de temporadas de inglés durante el mes de enero de cada año, con el objetivo de que los alumnos puedan cumplir con el requisito de inglés, cuya aprobación es necesaria para egresar de cualquiera de las carreras de pregrado de la Universidad.
El Summer Camp  contempla, entre otras actividades, conferencias, cine arte, foros, conciertos y teatro, todo ello en inglés. En su última versión (enero 2010), la obra de teatro vista  por los más de 500 alumnos inscritos en el programa de verano, fue  “SHATTERED BIRDS” de la compañía “Sintético-Teatro”, compañía que nace  a mediados de 2007 con la unión de tres  jóvenes estudiantes de la Universidad Católica de Chile,  provenientes de la carrera de Actuación, en torno a su primer montaje “30 segundos”, estrenado en la 4º versión del festival de creación artístico-teatral “Teatro para respirar UC”, Organizado por la Escuela de Teatro y la Dirección General Estudiantil (DGE) de la UC, a través de su unidad de apoyo psicológico (UPA) y su programa de “auto-cuidado para la prevención de abuso de drogas y alcohol, en octubre del 2007.
A mediados del 2009, uno de los integrantes de la compañía, postuló su texto dramático “Pájaros Quebrados” a la 3º versión del  “Festival de Dramaturgia y Dirección; Volcán 2009”, organizado por la Escuela de Teatro UC, a través de su centro de estudiantes (CETRO),  quedando el texto y la puesta en escena,  seleccionados entre los tres mejores del festival. Es así como crece el equipo de trabajo, integrándose estudiantes no solo de actuación, sino también de arte y música.  Con este incentivo, surge la idea de traducir el texto al inglés, aprovechando la autoría del texto y el dominio de idioma por parte de integrantes de la compañía.  Nace así a fines de 2009 “SHATTERED BIRDS: a story made of Pancakes, Doves and Sunday Suitcases”. 
Estos jóvenes artistas,  dan vida a un trabajo investigativo multidisciplinario,  en torno a la simplicidad de una narración intima, buscando la identificación con el público desde lo particular.

Por V. González